Las patatas que os presento hoy no llegan a ser un plato como tal sino más bien son un acompañamiento ideal para muchas carnes y pescados.
Descubrí estas patatas hace mucho tiempo en Inglaterra. Todos los años, cuando voy, Sheilla cocina estas patatas porque sabe que me gustan mucho y aprovechando que el mes pasado estuve en casa , le pedí la receta.
Es una elaboración muy sencilla, poco puedo añadir al texto de la receta pero te dejo unos consejos que te pueden venir bien:
-Indudablemente necesitas unas buenas patatas. Yo he tenido la suerte de contar con las patatas recién sacadas de Valderredible.
-Si no tienes romero fresco, puedes utilizarlo seco. Lo encuentras en tu supermercado en las hierbas y especias.
-No es necesario, pero a mí me gusta poner un pliego de papel de horno en la bandeja. Esto hace que las patatas no se peguen y se puedan mover con facilidad.
-No partas las patatas muy pequeñas pues en la cocción se pueden romper. Tampoco las manipules mucho, es mejor mover la bandeja del horno para cojan la sal, la pimienta , la harina y el aceite.
-No te pongo en la descripción cantidades concretas. Ya lo siento pero es todo muy “a ojo”, en función de los comensales y de las patatas que quieras como guarnición.
Hazme caso. Pon en práctica la receta. Estas patatas son tiernas por dentro, tienen un toque semi crujiente por fuera, el saborcito a romero es muy especial… Ya solo tienes que pensar si van a acompañar a la carne o al pescado.
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