Sí, sí, lo has leído bien, cuarenta ajos. Supongo que lo mismo pensé yo hace siete años cuando descubrí esta receta en el blog de Nieves, Dulce y salado. Créeme si te digo que el guiso tiene un sabor maravilloso pero que en ningún momento el ajo se hace pesado ni enmascara el resto de aromas del plato.
Se trata de un guiso muy sencillo, con una salsita muy melosa que invita a mojar pan y no parar…
Te dejo unos consejos que te pueden venir bien;
-En este tipo de guisos, la materia prima es importante. Procura comprar un pollo de corral. La diferencia con uno “normal”, se nota.
-No utilices romero y tomillo “de bote”, compra hierbas frescas que aportan todo su aroma. Las encuentras en pequeñas macetas en la zona de fruta y verdura en los supermercados grandes.
-Necesitamos sidra natural, no achampanada. Como solo utilizamos media botella, el resto lo puedes escanciar en el aperitivo.
-Compra los mejores ajos que encuentres en tu tienda de confianza. A mí me gustan especialmente los ajos morados.
Venga, a contar dientes de ajo…
qué maravilla de plato, este hay que hacerlo si o si!!! y siempre lo haces con sidra? alguna vez has probado por ejemplo con cerveza o con vino blanco?
ResponderEliminarPues la verdad es que siempre lo hago con sidra
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