La receta de hoy , créeme, es deliciosa. Los muffins son muy jugosos con un sabor marcado a chocolate pero sin ser muy dulces; visualmente son muy atractivos; la crema del relleno hace que cada bocado sea único; no es una elaboración complicada y… ¿lo mejor?, no contienen lactosa.
Hace 2 años a mi hijo le diagnosticaron intolerancia a la lactosa. Desde entonces en casa, hemos aprendido a leer etiquetas e ingredientes en todo tipo de envases y productos y tenemos especial cuidado con la comida, fuera de casa.
Al principio la inexperiencia hizo que nos costara un poco encontrar alimentos sin lactosa pero la verdad sea dicha que hoy en día hay una gran variedad de productos sin lactosa, eso sí, más caros, que hacen que la dieta del intolerante sea muy completa y apenas eche en falta esos alimentos prohibidos.
Es fácil encontrar leche y sus derivados sin lactosa: yogures, nata, mantequilla…por eso los fines de semana que dedico más tiempo a la repostería, suelo hacer postres “aptos”. Cuando Esther, del blog Chocolatísimo publicó estos muffins bicolor, enseguida hice mi adaptación al mundo sin lactosa, dando como resultado estos fantásticos muffins bicolor.
Te dejo unas notas que te pueden venir bien:
-La receta original es con lactosa. Si no eres intolerante, compra nata, mantequilla “normales” y emplea pepitas de chocolate y tu crema de avellana favorita.
-Puedes intercalar las 2 masas como he hecho yo y dejarlas tal cual, o con un palito de brocheta puedes hacer remolinos para que se mezclen las 2 masas.
-Con estas cantidades salen 9 muffins hermosos o 12 pequeños si usas cápsulas de magdalenas .
-El relleno puede ser de Nutella, Nocilla… o como la receta original de Esther con crema Kinder.
-Si tienes la boquilla inyectora ( yo me la compré nada más vérsela a Esther ) el relleno, será coser y cantar.
¿ Te apetece uno de estos muffins? ¡ Claro que sí !
qué ricos madre mía!! me he guardado tu receta, estos muffins para un desayuno nos van a encantar
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