Ya sé que no es una receta que llame mucho la atención , tampoco suele ser habitual en las cartas de los restaurantes y soy consciente que a muchas personas no les hace mucha gracia pero en mi casa, nos encantan y de vez en cuando nos damos un homenaje ( por menos de 4 euros ) y disfrutamos de unas manitas junto con un vasito de vino y un buen pan de pueblo.
Es un guiso fácil que se hace en tres pasos: cocer las manitas en la olla, quitar los huesecillos y hacer la salsa. Del primer y tercer paso, no os digo nada ( de hecho la salsa es prácticamente la misma que la que os mostré cuando hicimos los mejillones ) pero ya sabéis que me gusta deciros los pros y los contras de cada receta y está claro, que lo peor de guisar las manitas de cerdo es quitar los huesecillos. Es fácil, pero lleva su tiempo y hay que hacerlo con cuidado para luego no llevarse un susto.
Pediremos a nuestro carnicero de confianza que abras las manitas longitudinalmente. La verdad es que ya vienen bastante limpias pero tendremos cuidado y las lavaremos bien antes de meterlas a la olla.
Lo mejor del plato es la combinación de la textura gelatinosa de la carne, con la salsita. Si te gusta el picante, te aconsejo que añadas una guindilla en la salsa. Con picante o sin él, una cosa es segura, vas a mojar mucho pan. Te lo digo yo.
MANITAS DE CERDO EN SASLA
Ingredientes:
Para cocer las manitas:
· 3 manitas de cerdo
· Aceite de oliva
· 1 pimiento verde
· 1 pimiento choricero
· Unas ramitas de perejil
· Media cebolla
· 5 bolitas de pimienta
· Sal
Para la salsa:
· Aceite de oliva
· 1 guindilla ( opcional )
· 2 cucharadas de harina
· 3 cucharas de tomate frito
· Un vasito de vino blanco oloroso
· El agua de la cocción de la manitas
Así lo hago yo :
- Comenzamos cociendo las manitas. Para ello, las lavamos bien bajo el grifo y quitamos cualquier pelillo restante.
- Las ponemos en la olla cubiertas de agua junto con el resto de los ingredientes: un chorrín de aceite, el pimiento verde lavado y cortado longitudinalmente, el pimiento choricero y el perejil también lavados , la cebolla partida en 2 o 3 cachos, las bolitas de pimienta y un poco de sal.
- Cuando el agua coja temperatura, cerramos la olla, esperamos a que suba el pitorillo y calculamos unos 45 minutos.
- Pasado el tiempo, abrimos la olla, escurrimos las manitas y las dejamos enfriar.
- Colamos el caldo de la cocción y reservamos.
- Una vez frías las manitas, las quitamos con cuidado los huesecillos. Ojo, que lleva su tiempo.
- Cuando ya tenemos la carne sin huesos, preparamos la salsa.
- En una cazuela grande ponemos un fondo de aceite. Esperamos a que se caliente y echamos la guindilla picadita, (si vamos a hacer la salsa picante) junto con la harina para que se tueste.
- Removemos para que la harina no se queme.
- Incorporamos el tomate para que le dé color y mezclamos muy bien con una cuchara de madera.
- Echamos un poco del agua de la cocción de las manitas y el vino blanco. Mezclamos con unas varillas y añadimos un poco de sal.
- Con las varillas deshacemos los grumos.
- Vamos incorporando poco a poco más agua (en función de lo espesa que nos guste la salsa. Hay que tener en cuenta que está más rica de un día para otro y que cuando enfría espesa un poco por lo que la dejaremos un poco clarita.
- Cuando tenemos la salsa ligada y espesa a nuestro gusto, incorporamos las manitas deshuesadas.
- Movemos la cazuela para que la salsa se reparta bien y damos al guiso un último hervor.
¡ Que te aproveche !
En mi casa nos gustan muchísimo, a Lola no, pero a su familia y a la mía, nos pirran. Es increíble la gelatina que aportan, mucho más que los callos, que se llevan la fama aunque es cierto que lleven también pata, y bueno, sobra decirte que tiene una pinta, a mojar pan a discreción!!!... Tengo que reconocerte que nada más verlas he echado de menos el pimentón, aunque lleve choricero, pero pasa de mí, ya sabes, la culpa siempre la tiene la improntación... ;)
ResponderEliminarUn saludo y feliz domingo!
que ricas aunque a mi no me importa para nada rechupetear los huesos
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
Muybuena pinta !!!!!!!
ResponderEliminarQué ricas, María José. No las como desde que falta mi madre. Yo no las he hecho nunca. En casa solo me gustan a mí. Y ¿has probado las de cordero lechal con tomate? Dios mio, aún más ricas que las de cerdo. Desde luego menudo saque tengo, pero me comeria una tapita de esas tuyas ahora mismo.
ResponderEliminarEn quinta gama las he comido rellenas de foie y están de muerte también.
Hala ya, que la dieta me tiene trastornada. Un abrazo. Esperanza.
Yo no las he probado nunca, y es que hacerlo yo no me ha llamado mucho la atención, pero veo tus fotos y la verdad que si me apetece probarlo, esa salsita tiene que estar bien rica. Besos!!!
ResponderEliminarEs uno de mis platos imprescindibles, me encantan, eso si, las mías picantes por favor. Muy ricas. Besos
ResponderEliminarEn casa solo le gustan a mi marido, así que las preparo muy de vez en cuando. Pero con esta salsita... yo creo que van a gustar a más de uno!
ResponderEliminarBesos
Es super fácil!! la voy a hacer :). que buenooo
ResponderEliminarhttp://ideascadoca.blogspot.com.es/
pues a mi las manitas me encantan, están riquísimas!! nunca las he hecho con esa salsa, así que las probaré
ResponderEliminarQué ricas. En salsa, con tomate, en escabeche. Que tengo que hacerlas que hace muchísimo que no las comemos.
ResponderEliminarBesazos.
Alicia.
Que de tiempo cántabra envia una para aca
ResponderEliminarQue pintaza santanderina, que pintaza...
ResponderEliminar¡¡Qué pinta!!
ResponderEliminarDan ganas de mojar pan.
No las como a menudo porque hay quien dice que tiene mucho colesterol, ¿alguien me lo puede aclarar?
Se ve tan tentadoras que ... me gustaría que me gustasen! Ja, ja
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