TARTA DE QUESO 2+3.

Mi pasión por las tartas de queso me lleva a seguir probando nuevas recetas, a adaptar cantidades e ingredientes a mis gustos personales o a mejorar las recetas que ya tengo. En este mundillo nunca se puede hablar de “la receta definitiva” pero presiento que sí, que está sí va a ser mi tarta de queso definitiva. La más sencilla de todas, la que menos ingredientes lleva y desde luego, la mejor.

El nombre de la tarta, “el 2+3” hace referencia a los ingredientes. Dos ingredientes para la base y tres para la crema. Con tan solo tres ingredientes conseguimos una crema con un corte denso, firme y cremoso, sin añadir ningún tipo de gelatina. Ésto fue precisamente lo que más llamó mi atención cuando en el restaurante “El Llar” de Soto de la Marina tuvieron la amabilidad de darme la receta, que la tarta cuaja sola, sin añadir huevos, sobres de cuajada o gelatina, como lo hacen casi todas las tarta de queso. Eso sí, necesita toda una noche en el frigorífico para que la crema adquiera la consistencia necesaria.

Una lectora del blog me preguntaba hace poco una duda sobre otra tarta de queso. Le comentaba las maravillas de esta receta pues en mi opinión se solucionan dos de los inconvenientes típicos de este tipo de tartas: el desmoldar y que la galleta se desmorone y que la crema no cuaje. Se acabaron estos “problemillas”, ya verás.

“Claves” para el éxito:

El molde.
En este tipo de tartas es conveniente utilizar un molde desmoldable para que al servir la tarta quede bonita. Si sigues mis consejos no vas a tener problemas a la hora de trasladar la tarta al plato de servir pero si quieres evitar este paso el molde de Lékúe con plato de cerámica es ideal para estos casos pues la tarta se sirve en el mismo plato. Mi molde, el que veis en la foto, es de los antiguos , ahora el aro de silicona es transparente.